UN VISTAZO A LA POLITICA DOMINICANA
Lejos del idealismo que nos dicta la conciencia y en el que
se revuelca la nueva generación universal, el pragmatismo se apoderó con
astucia de las altas instancias de poder en la República Dominicana, cuando en
el día de ayer legisladores del partido de gobierno (PLD) junto a otros dos
partidos históricamente mayoritarios en el sistema de partidos políticos
dominicano (PRD y PRSC) con una mayoría abrumadora y aplastante en la asamblea revisora,
finalmente aprueban en segunda lectura la modificación de la Constitución
dominicana, con el firme propósito de la repostulación del presidente Danilo
Medina Sánchez por un cuatrienio más de mandato en la presidencia de la
República. Pero estos honorables legisladores, en su calidad representativa de
los “intereses del pueblo” bailan al mismo ritmo para tales fines no tan sólo porque
hayan pactado un acuerdo que les garantiza una importante cuota de poder a los partidos
políticos de oposición PRD y PRSC ante la amenaza que significaría para ellos un
nuevo actor político en escena con un partido que emerge con mucha fuerza, el Partido
Revolucionario Moderno - PRM, sino porque la coyuntura se presenta favorable
como piñata en cumpleaños, con muchos dulces para todos los que se hallan en la
misma habitación.
Luis Abinader, un candidato de la coalición se enfrentará en
las próximas elecciones del 2016 al presidente Danilo Medina con serias limitaciones
en su contra, pero entendemos que en el peor de los casos, acumulará la
experiencia con la que estamos seguros quedará muy bien posicionado, con altas
ventajas competitivas sobre otros candidatos e incluso de los del partido de gobierno,
quienes desde ya se perfilan con muy buenas condiciones y aquellos otros que
puedan surgir en la diversidad de colores para la oportunidad que se les
brindará en las elecciones presidenciales del 2020 (si no se aplica la
retroactividad de la ley modificada). Todo va a depender del nivel de los
debates, las estrategias, las tácticas de ataque, la armonía entre su discurso
y la efectividad de su estrategia de comunicación.
Ciertamente, creemos en que los políticos deberían echar un
vistazo hacia afuera, hacia los ciudadanos que ellos mismos representan y
trazar la brújula nuevamente ente esta evidente ola de cambios en el despertar
ciudadano para replantear sus objetivos partidarios Vs los las necesidades de
las personas comunes, no las de ellos.
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